2 de abril de 2012

Devotos y de botas.

Hace un buen rato que llegó la noche y el silencio en la habitación es total. Ya es abril de 2012 y llega la Semana Santa. Todavía no huelo la cera que desprenden las velas que portan los penitentes, y no me llega el sonido de las campanas de los pasos, típicos de estos días. Son jornadas donde sale a relucir la devoción, para algunos o algunas real, para otros u otras, mero escaparate. Me sorprende, que durante estos días, personas que el resto del año no tienen sentimiento alguno hacia la figura de Cristo, se toman muy a pecho algunos acontecimientos puntuales. Por supuesto que todo es respetable, pero ciertamente es algo que siempre me ha llamado la atención. Mi relación con Dios es algo que no tiene importancia, pero si fuese real, que a lo mejor lo es, la llevaría adelante durante los 365 días del año, no 7 mal contados.
Se que vivimos en un país de costumbres, y esta es una de ellas, pero no hablaré esta noche de religión, no predicaré con el ejemplo y no soy nadie para dar un sermón, para eso ya existen otras personas más cualificadas y que precisamente estos días, tienen mucho trabajo por delante...

Utilizando un simil taurino, cambio de tercio. Esta tarde, he estado viendo en televisión varios partidos de la Liga BBVA, siglas del campeonato nacional de fútbol en España. Me he fijado en la última tendencia que hay entre las grandes firmas de calzado deportivo para hacer de las botas de los jugadores, un carrusel de colores que a veces roza el ridículo e incluso lo desagradable a la vista.
No es algo nuevo, se trata de una "moda" que está instalada en el fútbol moderno desde hace años. Atrás, quedaron los clásicos calzados de cuero, para dar paso a otros de material sintético, más actuales y supuestamente muy eficaces.

Echando la vista atrás, y si nos remontamos a 1954, nos encontramos que la firma alemana Adidas, fue la primera marca en utilizar a un jugador de su país para promocionar el producto. Lo hizo en la persona de Fritz Walter, durante el Mundial de fútbol de selecciones que se disputó en Suiza. Ese campeonato, lo ganó precisamente la selección teutona, y Walter, fue uno de los artífices de la victoria final.

Bota Adidas de Fritz Walter.

Posteriormente, y aprovechando el tirón que otorgaba el deporte rey, otras marcas fueron entrando en el mercado y comenzaron a competir entre ellas para hacerse con los servicios de los jugadores más afamados del planeta fútbol. Nace Puma, que se hace fuerte en los 60, 70 y 80 y rivaliza con su máxima competidora, la anteriormente citada Adidas. Puma, consigue que los dos jugadores más reconocidos de la historia, calzasen sus botas. Hablo cronológicamente de Pelé y Maradona. También el "flaco" Johan Cruyff.

Diego Armando Maradona.
Edson Arantes do Nascimento (Pelé).





















Estas dos multinacionales del calzado deportivo, han estado prácticamente al frente del mercado hasta que a mediados de los 90, irrumpe la estadounidense Nike, que en la actualidad surte a la gran mayoría de las estrellas del balompié. Muchos son los modelos que se pueden distinguir a lo largo y ancho de la geografía mundial futbolística, y como me refería anteriormente, han ido adquiriendo tonalidades y compuestos más acordes con los tiempos que corren. La piel, el cuero, deja paso a lo sintético, y el negro, al blanco primero, para después rojo, azul, verde, amarillo, etc. La lucha por hacer el modelo más ligero, más vendido, es constante y hace que las presentaciones en sociedad, sean cada vez más numerosas y habituales. Incluso para los juegos de videoconsolas, podemos percibir perfectamente el modelo que cada jugador lleva.

A mí, hay botas que me parecen feas, echo de menos el negro clásico, aunque hay todavía jugadores en la actualidad que se niegan a cambiarlo. Quizás sea un romántico, pero es que al fin y al cabo, el fútbol es pasión y un poco de romanticismo. Cambiaron el color de las botas, el negro de los trajes de los  árbitros, esperemos que no nos cambien el del color del terreno de juego...

He tratado dos costumbres antagónicas en España, fútbol y Semana Santa. Pero un juego de palabras basta para casi unirlas en la definición. Devotos y de botas.

Un saludo desde el fondo del mar.
Diego Pino.






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